DRA. LAURA MOLINA DEL PROGRAMA MENTE SANA EN CUERPO SANO
Los invito a vivir una experiencia nueva: estar en el momento presente, en el aquí y ahora, en una actividad tan mundana pero deliciosa como es comer unos deliciosos Chilaquiles.
En mi entrenamiento de Mindfulness para la Salud y el Bienestar, mis profesores nos invitan en cada práctica a cerrar los ojos y llevar la atención a la respiración. Así, con toda una técnica nos van enseñando a relajar el cuerpo y a tranquilizar la mente para entrar en la dimensión del aquí y ahora, un territorio desconocido para muchos.
Hoy, los invito a que juntos vivamos esta experiencia en algo tan cotidiano y cercano como es comernos unos ricos chilaquiles. Para los que somos sus fans será un gusto, y para quienes no lo sean pueden intentarlo con el platillo de su preferencia.
Tratemos de experimentar, aunque sea por unos instantes, el estar en “presencia”, en el aquí y ahora. Y qué mejor que hacerlo en una situación de la vida cotidiana, descubriendo en ese pequeño instante la paz y la alegría del encuentro con nosotros mismos y con algo que se encuentra más allá, a través de cada bocado.
Así que, la próxima vez que tengas un plato de chilaquiles delante de ti, obsérvalo detenidamente, toma tres respiraciones lentas y profundas, cierra tus ojos y prueba el primer bocado. Siente la temperatura y la humedad en tu boca ¿están secos, tienen caldillo? Percibe la consistencia de cada uno de los componentes de los chilaquiles, la dureza y frescura de los cubitos de cebolla, la tersura de la crema, lo raspocito de las tortillas o totopos, ¿de qué tamaño son? ¿Pequeños, grandes? ¿Son cuadrados o rectangulares? ¿Distingues los ingredientes de la salsa? ¿Tiene cilantro o no?
Siente el placer que ese simple bocado despierta en tu cuerpo. Como todos tus sentidos se alertan, se despiertan y cómo perciben: tu olfato, tu vista, las papilas gustativas, el tacto a través de tu lengua y tu oído interno. Testigos de la escena privada del disfrute, de un rico y delicioso bocado de chilaquiles.
Así podemos tocar por instantes el Cielo en la tierra, momentos pequeñitos de placer que con decisión y disciplina se pueden ir haciendo cada vez más constantes, llevándonos a una vida más plena, viviendo en el Aquí y en el Ahora.
Laura O Molina .

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